Queda un mes para que se abra oficialmente el permiso de importación de carne de cerdo con ractopamina de EE. UU., y la polémica decisión del gobierno no deja de colear. Los partidos de la oposición, asociaciones de ganaderos y consumidores piden un etiquetado específico para la carne con ractopamina, y han surgido rumores de que los supermercados estadounidenses etiquetan estas carnes.
Hoy día 30 de noviembre, la ministra de Economía, Wang Mei-hua, insistió en que no se puede exigir este etiquetado, pues no es acorde a las prácticas internacionales. Además, hizo hincapié en que los niveles de ractopamina están dentro de los estándares de seguridad mundiales, por lo que es suficiente garantía. También añadió que esta exigencia es incompatible con los intentos de Taiwán de participar en organizaciones internacionales.
Por su parte, el presidente del Consejo de Agricultura, Chen Chi-chung, dijo que la ley estadounidense no prevé la especificación del uso de ractopamina en las carnes que se comercializan, sino solamente una certificación de granja orgánica. Chen insistió en que el gobierno sí exige que en la etiqueta de los productos cárnicos se especifique el país de origen, y sabiendo que una carne procede de EE. UU., el consumidor tiene suficientes elementos de juicio para tomar una decisión.
Chen Chi-chung siguió diciendo que el gobierno ya ha puesto a disposición de los criadores taiwaneses un nuevo sistema de etiquetado con cuatro elementos informativos. En total ya ha habido 5000 solicitudes de etiquetado, y se espera que para finales de año, justo antes de la apertura al cerdo estadounidense, habrá más de 10 000 solicitudes del nuevo etiquetado para la carne de cerdo nacional.
