La presidenta Tsai Ing-wen (蔡英文) ha recibido hoy a una delegación del senado y el congreso norteamericanos liderada por el senador republicano Lindsey Graham. La presidenta ha salido de la cuarentena domiciliaria a la que estaba sometida y durante su discurso ha dicho que esta delegación es transversal a los dos partidos estadounidenses y a ambas cámaras legislativas, lo que demuestra el alto consenso de la clase política norteamericana en torno al apoyo a Taiwán.
La presidenta ha dicho que la invasión rusa de Ucrania ha fortalecido la unión entre las democracias en su lucha contra el autoritarismo. En los últimos años, Taiwán y EE. UU. han cooperado para fortalecer los valores de la democracia y el buen gobierno en el Indo-Pacífico.
Por su parte, el senador Graham dijo que ambos partidos tienen diferencias entre sí, pero están unidos en el apoyo a Taiwán, y ha añadido que la invasión de Ucrania ha hecho que EE. UU. se una en la atención sobre Taiwán. Graham dijo que es necesario responder a la amenaza de China continental. Abandonar Taiwán supone abandonar la democracia, la libertad y la libertad de comercio, lo cual sería una decepción para todo el género humano.
Por su parte, el senador Robert Menendez ha dicho que el mundo está en una situación de caos y confrontación, y esta delegación conjunta quiere enviar un mensaje al pueblo taiwanés: a saber, que cuando todo el mundo está pendiente de Europa, EE. UU. sabe que Taiwán es muy importante. Taiwán fabrica el 90 % de los semiconductores de todo el mundo, por lo que su importancia es crucial.
