
El gobierno de Pekín anunció anoche que ha dejado de considerar las infecciones de Covid-19 como "neumonías" y las rebaja a "infecciones", y a partir del próximo 8 de enero reabrirá sus fronteras eliminando la obligatoriedad de la prueba PCR para la entrada en el país y la cuarentena centralizada, en un nuevo paso en la relajación de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
Al respecto, el director del Centro de Operaciones para el Control de Epidemias (CECC, siglas en inglés), Victor Wang (王必勝), resaltó hoy en rueda de prensa que Taiwán de momento no bajará el nivel de alerta de la enfermedad, ya que según la opinión de los expertos internacionales, la situación de contagios en China continental podría extenderse de dos a tres meses más, y Taiwán podría estar considerando flexibilizar sus normas a más pronto después del Año Nuevo Lunar, que tendrá lugar en la segunda quincena de enero próximo.
Asimismo, Wang añadió que la relajación de las medidas en China continental facilitará a los viajeros que deseen ingresar por trabajo, estudios o por turismo, pero insistió que tanto EEUU como Japón aún no han eliminado el COVID-19 de la categoría de emergencia sanitaria pública, por tanto Taiwán seguirá su propio cronograma según sus necesidades, aconsejando a aquellos que tengan pensado viajar al continente chino que se vacunen antes partir.