
El Ministerio de Relaciones Exteriores ha dicho hoy día 31 que el gobierno norteamericano ha advertido en numerosas ocasiones a China continental que no exagere su respuesta al tránsito de la presidenta Tsai Ing-wen (蔡英文) por Estados Unidos. Además de EE. UU., otros países democráticos como Canadá, Francia o Gran Bretaña siguen observando la situación en el Estrecho y han hecho hincapié en la importancia de la estabilidad regional.
Ayer día 30, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen reiteró la importancia de la paz en el Estrecho e hizo hincapié en que Asia es la región del mundo que más rápido crece, por lo que cualquier actitud que ponga en peligro la estabilidad afectará a la seguridad y libertad comercial del resto del mundo y de la Unión Europea. Von der Leyen acusó a China continental de elevar la tensión en la región y diseminar noticias falsas para afectar a otros países.
Hace una semana, el presidente de EE. UU. Joe Biden y el primer ministro canadiense Justin Trudeau hicieron una declaración conjunta en la que reiteraron la importancia de la paz en el Estrecho y propusieron un plan de paz para solucionar el contencioso, aunque acusaron a Pekín de ser un reto a largo plazo para el “orden mundial”.
Exteriores también recordó la declaración conjunta de mediados de marzo por parte del presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Rishi Sunat en los mismos términos que sus homólogos norteamericanos. Ambos pidieron una solución pacífica al conflicto y reiteraron su disposición a profundizar las relaciones con los socios de la región del Indo-Pacífico.
Por último, Exteriores reiteró su posición habitual de trabajar con el resto de países democráticos para mantener la paz y la seguridad de la región.