La presidenta Tsai Ing-wen (蔡英文) recibió ayer el premio al Liderazgo Global otorgado por el Instituto Hudson de Nueva York. Los responsables de este think tank, Sarah May Stern y John Walters le hicieron entrega de este galardón, tras lo cual, la presidenta emitió una conferencia y participó en un coloquio posterior.
Tras el acto, el portavoz presidencial Xavier Chang (張惇涵) trasladó los cinco puntos más importantes del discurso de Tsai. En primer lugar, la presidenta dedicó su premio a los ciudadanos taiwaneses, de quien dijo haber demostrado una gran capacidad de resiliencia, y que al igual que el resto de democracias, buscan la paz, la prosperidad y la defensa del sistema de libertades.
Tsai también habló del creciente impulso diplomático entre Taiwán y los países democráticos a pesar de su continua exclusión de la ONU. La presidenta pidió a estos países que ayuden a Taiwán a ingresar en la Naciones Unidas, y dijo que la inestabilidad en el Estrecho traería grandes peligros para la seguridad y la economía mundial.
La presidenta hizo hincapié en que Taiwán es muy resistente y confía plenamente en la democracia, para lo cual está dispuesto a hacer frente al desafío del autoritarismo de la mano de EE. UU. y sus aliados democráticos.
Tampoco dejó de lado la mención a Ucrania, y reiteró que Taiwán sigue apoyando al país eslavo. Finalmente, abogó por seguir profundizando en las relaciones económicas con EE. UU., y señaló que es preciso acelerar la firma de tratados para evitar la doble imposición y para estimular el comercio.
