La agencia internacional de calificación crediticia Moody's anunció el 5 de diciembre que mantiene la calificación crediticia a largo plazo de China continental en A1, pero cambió la perspectiva de «estable» a «negativa». Esta modificación se debe principalmente al uso de estímulos fiscales por parte de China continental para respaldar a los gobiernos locales y empresas estatales, lo que representa un riesgo a la baja para la economía del país. La preocupación en los mercados es que esta perspectiva de calificación crediticia podría llevar a una rebaja, aumentando así los riesgos para el sector financiero de Taiwán que tiene inversiones en el continente.
Además de China continental, los legisladores también expresaron preocupación sobre el futuro de Hong Kong. El diputado del Partido Democrático Progresista, Wu Bing-rui (吳秉睿), señaló en una sesión del comité financiero del Yuan Legislativo que el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó a fines de noviembre la revocación de exenciones y privilegios para la Oficina de Asuntos Económicos y Comerciales de Hong Kong en los Estados Unidos. Si esta medida es aprobada por ambas cámaras del Congreso, podría resultar en el cierre de las tres oficinas económicas y comerciales de Hong Kong en los Estados Unidos, y Hong Kong perdería su estatus especial. Wu Bing-rui expresó su preocupación por el posible fin del régimen de tipo de cambio vinculado que ha estado en vigor desde 1983, lo que podría explicar la reciente caída del mercado de valores de Hong Kong. Ante estas dudas, el presidente de la Comisión de Supervisión Financiera de Taiwán, Thomas Huang (黃天牧), indicó que se están gestionando los riesgos asociados con la presencia de instituciones financieras taiwanesas en Hong Kong, pero no pudo proporcionar detalles específicos en un entorno público.
Huang también destacó que, desde el punto de vista de la seguridad nacional, las relaciones entre Taiwán y Hong Kong y Macao siguen siendo reguladas por la Ley de Relaciones entre Ciudadanos de Hong Kong y Macao, y cómo se posicionarán en el futuro será decidido por el Consejo para los Asuntos de China continental y las agencias de seguridad nacional.
