
El Yuan Legislativo aprobó hoy 9 de mayo en tercera lectura una nueva ley que amplía los días festivos nacionales, incluyendo el Día del Trabajo (1 de mayo) como día libre oficial en todo el país. Además, se añaden como festivos nacionales la víspera del Año Nuevo chino, el Día de Confucio (28 de septiembre), el Día de la Retrocesión de Taiwán y aniversario de la batalla de Guningtou (25 de octubre), y el Día de la Constitución (25 de diciembre). Esta reforma representa un cambio sustancial, ya que eleva la regulación de los festivos del nivel administrativo al legislativo.
La propuesta fue impulsada por legisladores del KMT, del Partido Popular de Taiwán (PPT) y representantes independientes, que argumentaron que la legalización de los festivos era una demanda histórica de los trabajadores y una forma de impedir que el Ejecutivo los elimine a discreción. Durante el proceso legislativo no se logró consenso entre los partidos, y el presidente del Yuan Legislativo, Han Kuo-yu (韓國瑜), optó por aplicar el reglamento y someter la ley a votación.
Durante el debate, el PDP expresó reservas y advirtió que la oposición pretendía recuperar el apoyo ciudadano tras un año de mala gestión mediante regalos populistas, como días libres y transferencias de efectivo. Sin embargo, la mayoría numérica del KMT y el PPT permitió que la ley fuera aprobada. La nueva normativa entrará en vigor tras su promulgación oficial, por lo que algunos de los nuevos días libres podrían aplicarse ya este año.
Los principales sindicatos del país, como Gongdou y la Alianza por una Legislación Laboral Digna, celebraron la aprobación como una victoria obtenida tras casi diez años de intensa movilización. Destacaron que esta conquista fue posible gracias al esfuerzo de cientos de activistas que, a lo largo de los años, organizaron desde huelgas de hambre hasta campañas de recogida de firmas. Aun así, señalaron que solo se han recuperado cuatro de los siete días eliminados en 2016, por lo que exigieron garantías de que no volverán a ser suprimidos en el futuro.
En contraste, la Federación de Industrias de Taiwán expresó preocupación por el aumento de los costes operativos que los nuevos festivos podrían suponer, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Pidieron al Gobierno medidas de apoyo como exenciones fiscales o subsidios, para que la nueva legislación no afecte negativamente a la competitividad del sector productivo. Mientras tanto, el debate sobre el equilibrio entre derechos laborales y crecimiento económico continúa abierto en la sociedad taiwanesa.